domingo, 25 de octubre de 2015

Juego dramático

Los juegos dramáticos ayudarán a nuestros pequeños actores a ponerse en situaciones determinadas en las que tendrá que interpretar unos personajes concretos.
Es muy importante estimular en los niños la capacidad de improvisar.
Dar vía libre a la imaginación es lo más importante en un taller de teatro. Hemos de ayudar a los niños a tener el mayor número de herramientas posibles para realizar una improvisación.




Improvisar es arriesgar, crear y descubrir.

A través del juego, los ayudaremos a lograrlo y paralelamente contribuiremos a estimular su crecimiento personal.

Si el monitor lo considera oportuno puede pedir a los espectadores (el resto de compañeros que no están en escena) que definan como han percibido la interpretación de los actores.
Este ejercicio debe realizarse en un clima de respeto y toda crítica ha de ser siempre positiva, pues se hace para mejorar. Los niños deben aprender a no hacer nunca críticas despectivas.

Lo que mejor funciona en los juegos dramáticos son las escenas de dos personajes. Estar con otro no intimida tanto como estar un actor solo en escena. Por otra parte, si suben muchos niños al escenario, se crea mucha dispersión y es complicado que se escuchen todos.

Aquí van algunos ejercicios:

Para que me entienda todo el mundo:
En este ejercicio, dos niños se ponen de acuerdo sobre lo que van a contar a sus compañeros, uno de ellos contará una historia mientras el otro explicará lo mismo a la vez, lo más sincronizado posible, con mímica. 
Este juego favorece el trabajo del gesto, la improvisación y la imaginación.

Efectos especiales:
Este ejercicio es muy parecido al anterior, pero en lugar de interpretar con gestos la historia del compañero o compañera, en este caso, lo que haremos será ponerle sonidos, a la historia como el gruñido de abrir una puerta, el sonido de una moto en marcha, etc.

Teletienda:
Este es un ejercicio para subir al escenario de forma individual, Le daremos un objeto cualquiera al actor, y en un tiempo establecido previamente, tendrá que vendérnoslo, dándonos la máxima información posible sobre dicho objeto.

Teletienda II:
Podemos utilizar el mismo objeto que antes o bien cambiarlo por otro cualquiera, la particularidad de esta variante del ejercicio es que ese objeto no puede ser lo que es, es decir, que habrá que buscarle otra utilidad al objeto que nada tenga que ver con lo que es, cuanto más raro e imposible sea, más divertido será.
Para hacerlo más complicado, mientras se nos presenta un objeto, podemos ir metiendo más objetos que el niño no espera, así no sólo trabajaremos la imaginación, también la improvisación.


Los niños son una fuente de ideas inagotable, y ellos mismos nos darán ideas para ir desarrollando nuevos ejercicios partiendo de estos mismos. Es increíble lo que sale de esas cabecitas tan pequeñas.

¡¡A por todas!! No tengáis miedo de probar ejercicios.

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